Tras el terremoto de hace unos días, la ayuda internacional, impulsada por un noble sentimiento humanitario para con la isleña nación, fue prácticamente inmediata.
Se crearon fondos, se planea un teletón, diversas organizaciones se han unido a los esfuerzos de rescate, procuración de orden, seguridad, entrega y distribución de comida y medicinas, se juntan voluntarios y se mantiene una mirada expectante ante el desarrollo de los hechos en Puerto Príncipe y sus cercanías.
Dentro de las acciones más importantes que podemos tomar para ayudar en verdad a este país, está una encabezada por la asociación ONE, la cual está promoviendo la firma de una petición al FMI, al Banco Mundial y otras entidades con los cuales Haití se encuentra actualmente endeudado, para cancelar su obligación de pago y, por otro lado, hacer que todo el dinero que llegue a la nación caribeña sea en forma de apoyo, no de préstamo.
La primer respuesta del Banco Mundial ha sido congelar la deuda haitiana por 5 años. Esto, sobra mencionarlo, no es suficiente.
En momentos de tragedia humana provocados por la naturaleza (erróneamente llamados desastres naturales), los hombres de poder tienen la oportunidad y la obligación de actuar con algo que denominamos, haciendo eco a nuestra especie, humanidad, de la cual parecen carecer y haber cambiado por algo que podríamos llamar 'poderidad' o 'dineroidad'.
Un especialista destacaba el hecho de que lo que necesita en este momento el Estado haitiano devastado es dinero. Así funciona el mundo. Y mediante el poder del dinero y los que lo tienen se logrará dar la mano para ayudar a levantar a los afectados.
La pobreza es una de las mayores plagas que nos afectan como sociedad, si no es que la peor de todas, ya que de ella derivan grandes males que deberíamos erradicar como especie pensante y evolucionada.
Las desgracias presentan la oportunidad de una acción que quizás normalmente no tomaríamos. Lo único positivo que se puede sacar de ellas son los cambios radicales en la estructura de nuestra sociedad en pos de un futuro mejor para todos.
Firmar para cancelar la deuda de Haití toma menos de tres minutos, y puede ayudar de forma tangible a miles de personas por el resto de sus vidas. ¿Tienes el tiempo de hacerlo?
Entra a este enlace: http://www.one.org
lunes, 18 de enero de 2010
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Amigo Salvador!
ResponderEliminarExtrañamos ya tus posts, verdaderamente.
¿Regresarás as Dos Visiones proximamente?
Un abrazo
Hermano Otto, he estado trabajando como perro dibujando cómics, se van abriendo afortunadas conexiones y posibilidades, y había dejado a un lado la columna, por falta de tiempo, pero hoy he vuelto a escribir y veo que te has dado una vuelta por aquí.
ResponderEliminarGracias por hacerme el honor de leer este blog, espero no abandonar tanto tiempo y ser más regular en las letras.
Un abrazo.