lunes, 16 de febrero de 2009

Ahí viene la crisis

Antes nos referíamos a estos inicios de año como la cuesta de enero (sí, no aplica porque ya estamos en febrero, un poco de paciencia, ya se llega al punto), pero desde hace años, más bien estamos en una cuesta afianzada desde antes de 1994, cuando Salinas nos demostró que se puede robarle a un país entero y no sufrir consecuencia alguna (sin contar las mentadas, claro). Luego de que nuestros recientes y más honorables presidentes (no tan inteligentes como el orejón, pero igual de ladillas) defendieran el peso como perros, más bien nos hemos dado cuenta de que el apetito es lo que tienen similar, porque al ofrecérseles la chuleta en bandeja de plata, la han devorado junto con la guarnición, han comido del plato ajeno y se han limpiado el hocico con la servilleta de seda de la impunidad… y aún se quedan con hambre.

Aunque muchos seamos economistas aficionados y no tengamos idea de cómo manejar a fondo la riqueza de un país, la mayoría de nosotros simples mortales sin herencia de tía rica hemos resentido el adelgazamiento de la cartera, dieta de ajo y agua a la que ha sido sometida de manera forzosa y continua desde hace más de dos décadas.

Los politiquetes que tenemos en el poder pretenden darnos atole con el dedo, pero más bien es miel con bayoneta, porque se inventan sus cuentos chinos (¿Ontá Zhenli, por cierto?) y te los hacen tragar a fuerza, o te los ponen como lavativa y aunque vivimos en una democracia, nada más alejado de la realidad que el hecho de levantar la voz para que la gente de poder haga verdaderamente algo por el bien económico de esta nación.
Ya se quejaba Calderón del pronóstico pesimista de Slim hace unos días, pero, ¿cuál otro podemos tener si mientras ellos se atascan el bolsillo y la cuenta bancaria con billetes, hay niños que no pueden ni pan duro comer, aunque sea remojadito en agua sucia?
Por otro lado, le decía que en vez de quejarse, ayudara, ahí sí estoy completamente de acuerdo, pero no podemos esperar que uno de los diez tipos más ricos del mundo venga a salvarnos inyectando dinero que irá a parar a la gente de siempre; por mucho que me gustaría tener su cuenta bancaria y colgarme la capa de héroe nacional, eso sólo es otra historia para la Isla de la Fantasía en la que vivo la mitad del día. ¿Por qué tendría que ayudarnos San Slim? ¿Y toda la corte celestial gubernamental? San Diputado Fulano y San Senador Perengano nacieron sordos al llamado del pueblo.

¿Cómo esperar que dejen sus aguinaldos de tres meses, sus bonos por inasistencia a la respectiva cámara y sus autos nuevos año con año? ¿Cómo les vamos a negar sus viajes, viejas y camionetotas?

¿Por qué esperas que Pemex trabaje en números negros? De ese color sólo es el petróleo, pero espérate, porque hay que refinarlo fuera del país para luego regresarlo y venderlo a un precio que, comparado, resulta en uno de los combustibles más caros del mundo. No entiendo por qué esperar ganancias e inversión real para el mejoramiento del país a partir de una empresa tan transparente como el viscoso líquido que extrae de Gaia.

¿Cómo me atrevo a subir mis precios si está re dura la crisis? ¿Qué no ves que necesito tu trabajo para vender, pero no puedo pagártelo?

¿Por qué trato de emparejarme a la inflación? ¿Por qué me gustaría invitar a mi novia al cine o a cenar a un bonito restaurante, ir a un concierto, eliminar mi deuda con el banco, salir de viaje una o dos veces al año, comprarme un auto y mi casa, una pantalla de alta definición, un pleisteishon 3, un bajo de cinco cuerdas, un nuevo par de tenis y una camisa que se me vea de lujo?

Mis aburguesados intereses no son permisibles en este tiempo de crisis, mi zarístico deseo de estar mejor económicamente resulta improcedente en el círculo vicioso de ladrones de cuello blanco a los que les tengo que pagar su Fobaproa y su comisión por pago tardío, interés moratorio, interés sobre interés, tenencia, reemplacamiento, reposición de licencia para manejar permanente, verificación, impuestos, penalización por abono a capital, comisiones, ISR, impuesto sobre depósitos en efectivo, manutención de pobres y pendejos en la cárcel, manutención de ricos y pendejos en el poder y estudios en el extranjero de la menor de sus hijas.

Todo esto es para que a uno le duela la cabeza, si se puede permitir el lujo de gastar en aspirinas.

rodävlas

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